Para la entrada de esta semana me estaba planteando escribir sobre mi reloj biológico porque me he dado cuenta de que últimamente solo quiero tener hijos 4 días al mes: los que estoy ovulando. Pero a veces otros toman las decisiones por nosotros, así que la entrada va a ir de otra cosa totalmente distinta. Resulta que por #cosas, si el parejo y yo quisiésemos tener un hijo biológico, no sería recomendable que lo hiciésemos plantando la semillita de manera tradicional, sino que para asegurarnos de que nuestro bebé naciese sano tendríamos que someternos a una fecundación in vitro (FIV). Como las razones son médicas, la Sanidad Pública cubre el tratamiento, pero claro, las listas son inmensas. Teniendo eso en cuenta, hace unos meses decidimos empezar a mover los trámites para ponernos en lista de espera (aproximadamente unos 3 o 4 años en este momento, por la información que tenemos) y, mientras, ir aclarándonos. Total, lo peor que podía pasar es que nos llegase el turno, nos diésemos c
La semana pasada, el sábado, como cada 15 días, recibí la newsletter de Ana . En ella hablaba de muchas cosas y, entre ellas, también de maternidad. Si quieres leerla, puedes hacer clic aquí . Últimamente estoy muy receptiva a todas las afirmaciones sobre crianza que leo o escucho, a todas las posturas. Cuando soy yo la que elige, intento buscar posturas parecidas a la mía (ando leyendo Maternidad , de Sheila Heti, y a ratos parece que algunas afirmaciones han salido de lo más hondo de mí, sin filtro alguno), pero también estoy en modo esponja, absorbiendo todo lo que puedo sobre el tema. Por eso, cuando acabé de leer la newsletter de Ana le pedí permiso para hablar de su perspectiva aquí. Y me dijo que sí :) Por supuesto, la perspectiva de Ana es mucho más rica que lo que explica en esta entrega de su newsletter, pero en ella expresa de manera clara y sin tapujos una batalla que lleva librando desde la conozco: la lucha para evitar que la madre se coma a la mujer. Ella lo expresa m